... Alessandra, porque así te llamas, así fue que tu nombre cayo entre la penumbras de tu aventuras y el aroma dulce de tu fuego, recuerdo ese día como ardían los deseos de mis dedos enredados en el juego de tu picardia en la inocencia de tu mal ensayada maldad, no te dabas cuenta que cada acto te convertía en lo que inventabas, algún día confundirías la realidad con tu personaje de fantasía o tan solo la vida misma te confundiría, para quedar sola, como aquella quien de todo sabe o lo cree y ríe de quien acaso le intenta amar, pero qué es eso triste alessandra que cae en la parte oscura de tu rostro, quien vive en ese vació que viaja por tu silencio que aun no encuentras mientras recorres tu piel tratando de sentir la ya casi evaporada huella del pasado, a quien buscas con los ojos mientras tu mirada se pierde en un segundo eterno y en ese instante, en esa sola partícula eres tu nuevamente viviendo en aquellos días cuando cantaba esa balada y soñabas en cosas tan simples que te son ahora inalcanzables. Pero esta es la realidad Alessandra, te lo dices mientras cuentas tus monedas y los nuevos nombres que se aglomeran en tu agenda o compras el tiempo con tu soleada tarjeta de credito, "creo que me olvido algo" , no es nada, es solo una gaviota ahogada en el excesivo perfume importado que usas, muerta a palazos por cada cosa que pensaste que no era importante, insolada en inchada por ese sol de tu sonrisa falsa que ahora también te decolora a ti.